Bolívar intentará hoy (18.30) dar un salto histórico para el fútbol nacional y convertirse en uno de los cuatro mejores equipos de la Copa Libertadores de América 2014, una instancia a la que nunca antes un equipo boliviano ha llegado, y para lograrlo necesita dejar en el camino al argentino Lanús —vigente campeón de la Copa Sudamericana—, que por su parte aspira a protagonizar una hazaña como visitante.
La Academia llega a este partido definitorio con ventaja: por una parte, por haber logrado un empate a un gol (1-1) en el partido de ida jugado en Buenos Aires hace una semana; por la otra, el hecho de definir la llave en su casa, ante su público, además en condiciones que a los rivales —siempre temerosos por la altitud— suele no sentarles bien o preocuparles más de lo debido.
Una victoria por cualquier resultado le dará al que la consiga el pasaporte a las semifinales. A Bolívar por nada del mundo se le pasa por la cabeza perder o empatar, por el contrario, su idea convertida en obsesión es ganar y que su clasificación no corra riesgo alguno, más bien que sea clara.